Me gusta acompañar a jóvenes porque creo en la necesidad de inspirar a las nuevas generaciones a reflexionar sobre lo que realmente les hace felices. Creo que las nuevas tecnologías los han alejado demasiado de los valores de la confianza, la gratitud y la empatía, y me veo con la capacidad, entusiasmo y herramientas para ayudarlos a convertirse en la persona que realmente desean ser. Ser docente y ser madre, creo, también lo facilita.